EL MAESTRO

Recuerdo como hoy mi primer día en el jardín de niños. Fue hace muchos años atrás y todavía ese día especial sigue vivo en mi mente. Mi madre me llevó a ese mágico lugar y sus palabras fueron “pórtate bien”, “respeta la maestra” y “aprende mucho”. Nunca olvido sus palabras, todavía siguen vivas en mi memoria. Que emoción tan bella esperar la llegada de ese gran día.

Día que significaba un nuevo viaje en el mundo del aprendizaje, nuevas amistades y mucha diversión. Hoy vuelvo a vivir esos días contemplando la vida de mi tesoro Jason, mi bebé que ya cumple 4 añitos y se prepara para comenzar su largo viaje por los caminos de la vida. Mi corazón fue inundado de emoción el día que lo llevamos a enlistarse en su nueva carrera. Casi comienzo a llorar al salir del colegio realizando en mi mente que aquella cosita pequeñita que casi cabía en mis manos ahora está creciendo, se ha convertido en un niño, de niño será adolescente, de adolescente será un joven y luego estaré caminando hacia el precioso lugar donde se casará con una hermosa mujer.

La vida es desafiante y muchas veces intimidante, es por eso que en esta temporada de regreso a la escuela quiero hablarte de seres muy especiales que nuestro Creador escogió y bendijo para ser guías diarias de lo más preciado para nosotros, nuestros hijos. El diccionario define al maestro como; profesor que se encarga de la educación formal e institucionalizada de los niños de Educación Infantil, Primaria o Especial en escuelas o colegios. Un maestro se ocupará generalmente de la educación básica de los alumnos en edad de escolarización básica y necesaria para el valioso aprendizaje. Son los mentores que vivirán alrededor de 40 horas semanales con tus hijos por los próximos meses de su vida. Son los hombres y mujeres que por amor a su vocación les enseñaran con todo el corazón y pasión.

Nunca olvido uno de mis maestros de ingles, un veterano de la guerra de Vietnam. Aquel hombre marcó mi vida con su firme pero tierna voz, con sus historias, las cuales conectaba con enseñanzas que hasta hoy permanecen en mi vida. Lamentablemente en muchos sectores de la sociedad los maestros no son valorizados como antes. La vida acelerada que vivimos nos ha robado en cierta forma el aprecio, respeto y honra que ellos merecen. Hoy vemos padres son el primer retrato de falta de apreciación y respeto a los maestros. Raramente se veían conductas así en mis días escolares, los padres enseñaban a sus niños un respeto especial unido con honra a estos hombres y mujeres que día a día no importando las circunstancias de la vida se levantan a impartir una palabra de enseñanza en la vida de nuestros hijos.

Este es un buen día para pensar y comenzar de nuevo, enseña a tus hijos el valor de la vocación en el magisterio. El mejor ejemplo de un maestro lo fue nuestro Señor Jesucristo quien estudió 18 años para ser un (Rabí), un maestro. Uno de los actos más hermosos de Jesús fue en una ocasión que unos padres le traían a sus niños para que él les enseñase los bendijese, y sus discípulos les reprendieron diciendo; “no molesten al maestro”. Pero Jesús les contestó; “Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan porque de ellos es el reino de los cielos”. El maestro quiere acercarse, quiere enseñar, su pasión es; ser una vasija llena del agua del conocimiento derramada en un vaso nuevo listo para aprender. Nosotros como padres somos los maestros en el hogar, necesitamos trabajar mano a mano con los maestros de la escuela para que juntos llevemos de la mano a nuestros hijos al camino del éxito en la vida. Este es el tiempo de aprender y crecer como familia, pueblo y nación. ¡Éxito en esta nueva aventura escolar!

Gerson Tirado – Pastor y Motivador

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