Hola, procrastinador profesional… Si estás aquí, es probable que te encuentres en la búsqueda de ese secreto codiciado para vencer la procrastinación en el trabajo. Pero, ¿adivina qué? La solución no está en trucos rápidos ni en frases motivacionales de autoayuda. El verdadero problema no es la falta de motivación, sino la falta de claridad. Y sí, aquí entendemos la importancia de la claridad para obtener resultados óptimos. Así que, ¡deja de postergar y descubre cómo ponerle fin de una vez por todas!
¿Qué es la procrastinación y por qué la hacemos?
La procrastinación es ese hábito molesto de posponer el trabajo importante para hacer cosas menos relevantes, como sumergirnos en las redes sociales o maratonear nuestra serie favorita. Es básicamente una forma de decirle “no” a la gratificación futura y “sí” a la gratificación inmediata. Pero, ¿sabías que la procrastinación no es sinónimo de pereza? Hay una serie de razones detrás de este hábito, desde la falta de autocontrol hasta el miedo al fracaso. Sin embargo, todas estas razones convergen en un punto común: la falta de claridad.
El Enemigo Real: Falta de Claridad
La inconsistencia temporal juega un papel crucial en la procrastinación. Si no entiendes claramente por qué tu trabajo es importante y cómo contribuye a los objetivos más amplios de la organización, es difícil mantener la motivación. ¿La solución? Claridad. Pero, según nuestra investigación, solo el 26 % de los empleados entiende cómo su trabajo se relaciona con los objetivos de la empresa. Necesitas visualizar tu trabajo y los objetivos de la empresa de manera clara para combatir la procrastinación.
Cómo Romper con la Falta de Claridad
- Objetivos del equipo o del departamento: Si la conexión entre los trabajos individuales y los objetivos generales no está clara, considera establecer objetivos para el equipo o el departamento. Esto facilitará la asociación entre el trabajo diario y los objetivos más amplios.
- Conexión personal con los objetivos: Si no puedes establecer objetivos para todo el equipo, asegúrate al menos de ver cómo tu trabajo se relaciona directamente con los objetivos corporativos.
7 Consejos para Dejar de Procrastinar
- Conecta el trabajo con los objetivos: Entiende cómo tu trabajo contribuye a los objetivos del equipo o la empresa. Dale sentido a tu labor y haz que sea más que solo una tarea.
- Aclara las prioridades: Las prioridades claras son antiprocrastinación. Saber qué trabajos son más importantes te ayuda a gestionar tu tiempo de manera efectiva.
- Usa objetivos contra el perfeccionismo: Enfócate en el impacto de tu trabajo en lugar de perseguir la perfección. Define lo que significa “listo” para evitar caer en la trampa del perfeccionismo.
- Divide las iniciativas grandes: Desglosa proyectos grandes en tareas más pequeñas. Esto facilita el inicio y proporciona claridad sobre quién hace, qué y cuándo.
- Captura todo lo que hay que hacer: Mantén una lista de todas las tareas pendientes. Esto evita sentirte abrumado y te ayuda a organizar y priorizar tu trabajo.
- Establece fechas de entrega: La claridad sobre las fechas de entrega ayuda a evitar la procrastinación. Organiza tu trabajo y define fechas para cada tarea.
- Prueba estrategias de gestión del tiempo: Métodos como GTD, la técnica Pomodoro, time blocking, timeboxing y la regla de los dos minutos pueden ayudarte a mantenerte enfocado.
Genera Claridad para Despertar tu Productividad
Dejar de procrastinar no es solo una cuestión de “simplemente hazlo”. La verdadera solución radica en conectar tu trabajo con objetivos más amplios. No esperes que la procrastinación desaparezca de la noche a la mañana; tómate el tiempo necesario para generar claridad, tanto para ti como para tu equipo. Verás cómo, poco a poco, te sentirás más motivado para abordar tus tareas con un propósito claro. ¡Despierta tu productividad y despídete de la procrastinación!
