JR Román
Vivimos unos tiempos de cambios acelerados y estos hacen que estemos revaluando nuestros planes continuamente. Cuando hablo con las personas me comparten sus inquietudes, sus problemas, su crisis, lo que están enfrentando y lo que tienen que resolver. Problemas de salud, financiero, relaciones, cambios y otros que nunca había escuchado.
No importa en qué temporada de la vida estés viviendo. Puedes ser que tengas 20 o 60 años, los diplomas obtenidos, el nivel económico o los éxitos alcanzados, tu vida cambiará todos los días y ningún día lo vivirás igual. La vida son temporadas y ninguna es permanente. Siempre podemos elegir ver las cosas de forma distinta, nos podemos enfocar en todo lo que está mal en nuestra vida o en lo que está bien.
Debemos entender que no es lo que sucede, sino como interpretamos los eventos que nos toca vivir. Mi primera recomendación es que te enfoques en el aquí y ahora. La única realidad es la que estás viviendo ahora, respira, estas utilizando 2,400 galones de oxigeno diariamente. El poder moverte, tener salud, tener con quien compartir, sentirse amado y tener un plan de vida que te permite seguir adelante te lleva a otro nivel.
Las situaciones adversas no se van acabar, pero sí puedes controlar la actitud para enfrentarte a esos retos, que a veces lo vemos más grande que nuestro potencial. Olvídate de esperar que la vida sea perfecta. Nunca lo será y eso es bueno, porque te da la oportunidad de evolucionar. Siempre he dicho que lo que nos limita no es lo que somos, sino son los pensamientos que nos llevan a enfocarnos en lo que no somos, en lo que no tenemos y en pensar en lo difícil que es resolver nuestra crisis. Cuando sientes que todo te va mal es porque solo te estás enfocando en tus fracasos. Quizás es hora de evaluar las expectativas que tienes. El día que no disfrutes lo que haces plantéate un cambio.
Estamos llamados a convertir lo invisible en visible, lo difícil en fácil y lo imposible en posible. Sabemos que nuestra responsabilidad es inspirar a nuestra gente. Inspirar nace en el ánimo de la gente. Es iluminar el entendimiento, es crear esperanza, es mover la voluntad a hacer.
Una mentalidad negativa nunca te dará una vida positiva. No te quejes de todas las cosas terribles que te pasan. Será tu primera reacción, pero realmente no sirve de nada.
Solo lograrás sentirte peor cada vez que pienses en ello. Si las cosa no están saliendo como quieres revísate, renuévate, reinvéntate y relánzate a comenzar de nuevo. La vida es como correr en bicicleta no puedes dejar de paladear porque te puedes caer. Lo importante no es las veces que te caiga, lo importante es cuantas veces te levantes.
Si estas en una temporada buena te felicito, pero no te quedes en la zona de comodidad, prepárate para cuando lleguen las temporadas difíciles. Para que tenga la fortaleza para seguir y no rendirse. Alimenta las relaciones, las personas que te rodean juegan un papel importante en momentos de crisis, trabaja con las diferencias que no te permiten tener relaciones profundas. Cuida tu salud que es tu mayor riqueza y evita enfermedades que te desgasten.
Recuerda que nada es eterno y todo tiene solución. Después de una gran tormenta llega la calma. Cada vez que sales herido, te sanas. Después de la oscuridad siempre sale el sol. Acuérdate de eso cada mañana, nada dura para siempre. Vamos pa’lante, animo todavía falta mucho por hacer, agradece lo que tienes y dedícate a compartir lo que tienes: tiempo, amor, confianza y esperanza.
Te auguro cosas buenas, rodéate de personas que enriquezcan tu vida, que te aprecien, que te celebren y tengan confianza en ti, eso produce calidad de vida. Estas son las personas que nos apoyan cuando las cosas no salen bien.
